En los días de Cervantes existían en España dos géneros de bizcochos muy diferentes: uno, el esponjoso dulce de harina tamizada, azúcar fina y huevo, cocido al horno, delicado trabajo de repostería; y otro, el pan cocido dos veces, con el fin de enjugarlo para que durara más tiempo sin estropearse, que era ración de gente marinera, principal bastimento de las galeras de la armada y de cualesquiera embarcaciones, que, por ser todas hechas de madera, no podían llevar hornos. Por esta razón las fábricas de bizcochos se localizaban en Málaga, Cádiz, Sevilla y otros lugares desde los que habitualmente embarcaban las tropas que salían para América u otros destinos lejanos.
Del bizcocho marinero, compañero inseparable del soldado de los Tercios españoles, como lo fue el propio Cervantes en Italia, hay una referencia humorística en el Capítulo XXII de la Primera parte del Quijote. Conversa el ingenioso hidalgo con el pícaro Ginés de Pasamonte, quien le participa que está a manos con un libro en el que da cuenta y relación de su vida:
—Es tan bueno
—respondió Ginés—, que mal
año para Lazarillo de Tormes y para todos
cuantos de aquel género se han escrito o
escribieren. Lo que
le sé decir a voacé es que trata verdades y
que son verdades tan lindas y tan donosas que no
pueden
haber mentiras que se le igualen.
—¿Y cómo se intitula
el libro? —preguntó don
Quijote.
—La vida de Ginés de
Pasamonte —respondió el mismo.
—¿Y está acabado?
—preguntó don Quijote.
—¿Cómo puede estar
acabado —respondió él—, si
aún no está acabada mi vida? Lo que
está escrito es desde mi nacimiento hasta el
punto que esta última vez me han echado en
galeras.
—Luego ¿otra vez habéis
estado en ellas? —dijo don Quijote.
—Para servir a Dios y al rey,
otra vez he estado cuatro años, y ya sé a
qué sabe el bizcocho y el corbacho—respondió Ginés—
(Parte I, Cap. XXII)
También en el Quijote, en la historia del cautivo y la hermosísima Zoraida, encontramos una elocuente referencia a la condición y naturaleza marinera del bizcocho:
Cerca de medio día podría ser cuando nos echaron en la barca, dándonos dos barriles de agua y algún bizcocho.
(Parte I, Cap. XLI)
Finalmente, en la comedia de Cervantes Pedro de Urdemalas, el personaje central hace la siguiente referencia al bizcocho de barco, con la que quiere dar a entender que los viajes por mar habían acabado para él:
Dejé de comer del bizcocho
con dos dedos de hollín,
y el beber vino del diablo
antes que de San Martín.
El otro bizcocho, el fino y exquisito, era dulce cuya presencia estaba siempre garantizada en las mejores mesas de la corte. Los preferidos en el Siglo de Oro eran los bizcochos de almendras amargas y avellanas, los llamados de Saboya, que llevaban cáscara de limón, y los célebres y sofisticados del palacio real, en los que se mezcla batida de azúcar, harina, manteca y huevo, se añadía raedura de limón y conserva de flores de naranja molida.
A la mesa con don Quijote y Sancho. P. 179, 180, 181 y 182.
Pedro Plasencia. Febrero 2005, Suma de Letras, S.L.
Aquí les dejo una pequeña seleccíon de unas recetas de bizcochos dulces. Es imposible mencionar todos los que se llegan a elaborar y comprar hoy día. El goloso Sancho hubiera sido muy feliz de vivir en nuestros días ya que la variedad es inmensa.
Pedro Plasencia. Febrero 2005, Suma de Letras, S.L.
Aquí les dejo una pequeña seleccíon de unas recetas de bizcochos dulces. Es imposible mencionar todos los que se llegan a elaborar y comprar hoy día. El goloso Sancho hubiera sido muy feliz de vivir en nuestros días ya que la variedad es inmensa.
La palabra bizcocho proviene del latín : bis coctus que significa cocido dos veces.
Brioches au beurre
(receta francesa)
Ingredientes
350 gr. de harina
45 gr. de azúcar
1 pizca de sal fina
20 gr. de levadura
4 huevos
220 gr. de mantequilla
1 yema de huevo
Mantequilla para el molde
Elaboración
En un bol grande mezclar la harina con lo huevos. Añadir el azúcar, la sal y la levadura. Trabajar la masa con las manos durante unos 15 minutos. Añadir la mantequilla derritada. Dejar reposar la masa durante 30 minutos. Formar una bola, cubrir con un paño limpio y introducir en el frigorífico durante unas 3 horas. Pasado este tiempo, poner en varios moldes previamente pasados por mantequilla la cantida deseada en cada molde. Dejar reposar otras 2 horas. Antes de introducir en el horno untar cada bollo con la yema del huevo y hornear unos 15 minutos a una teperatura de 180º y otros 15 minutos bajando la temperatura a 160º.
Bizcocho tradicional
Ingredientes
2 huevos
1 taza y media de harina
1 taza de azúcar
100 gr. de mantequilla
20 gr. de levadura
60 ml. de leche
Esencia de vainilla
Elaboración
Batir
la mantequilla derretida con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa. Añadir los huevos uno a uno y alternándolos con la
harina previamente tamizada. Agregar la levadura, la esencia de vainilla y finalmente la leche. Mezclar hasta
obtener una masa homogénea y sin grumos. Untar un poco de
mantequilla o harina en un molde apto para horno y verter la masa en él. Hornear a 200º durante entre 30 y 40 minutos, según la potencia del horno.
Baba al ron
Ingredientes
210 gr. de harina
1 sobre de lavadura
30 gr. de azúcar
1 pizca de sal
100 gr. de manteca
125 cc. de leche
4 huevos
Para el almíbar:
120 gr. de azúcar
120 cc. de agua
1 trozo de cáscara de naranja
Para adornar:
120 cc. de nata para montar
Elaboración
Elaboración
Mezclar la harina,
el azúcar, la levadura y la sal en un bol grande. Fundir la manteca, dejar que enfríe un poco
y mezclar con los huevos y la leche a
temperatura ambiente. Mezclar ambas preparaciones y batir unos
minutos hasta que se integren completamente. Rellenar el 1/3 del molde y hornear a
200° durante 20 minutos. Retirar, dejar
enfriar y desmoldar.
Para el almíbar:
Hervir el azúcar, el agua y
la corteza de naranja. Colar y agregar el ron. Volver a poner el baba en el molde y
bañarlo con el almíbar caliente. Dejar que absorba el almíbar y volver a
bañar. Repetir tres o cuatro veces este proceso. Refrigerar el baba
unos 30 minutos al menos. Desmoldar y adornar con nata montada y corteza de
naranja.
Brazo de gitano al chocolate
Para el bizcocho:
4
huevos
120
g. de azúcar
100
g. de harina
Para el relleno:
200
ml. de nata para montar
100
g. de azúcar
200
g. de chocolate
Elaboración
Elaboración
Empezar por el relleno: en un cazo poner a calentar a fuego lento la nata con el azúcar y el chocolate troceado, remover hasta que el chocolate se haya fundido e integrado con la nata. Apartar del fuego y dejar enfriar.
Para el bizcocho, mezclar los huevos en un bol
junto con el azúcar. Añadir la harina y batir. Forrar una
bandeja con papel de horno y verter encima la masa, hornear durante 10-12
minutos. Sacar del horno y desmoldar el bizcocho
dejándolo sobre el papel de horno, poner sobre un paño húmedo y se enrolla. Dejarlo enrollado hasta que se enfríe.
Montar el chocolate reservado, y cuando el bizcocho se haya enfriado se desenrolla y se extiende sobre él la crema de chocolate. enrollar con ayuda del
papel de horno y cubrir con un paño húmedo. Dejar reposar en la nevera durante 8 horas. Cubrir con azúcar glass o con chocalate fundido.