—¿Qué será esto,
Sancho, que parece que se me ablandan los cascos o se me derriten los sesos, o
que sudo de los pies a la cabeza? Y si es que sudo, en verdad que no es de
miedo: sin duda creo que es terrible la aventura que agora quiere sucederme.
Dame, si tienes, con que me limpie, que el copioso sudor me ciega los ojos.
Calló Sancho y diole un paño, y dio, con él, gracias a Dios de que su señor no hubiese caído en el caso. Limpiose don Quijote, y quitose la celada por ver qué cosa era la que, a su parecer, le enfriaba la cabeza, y viendo aquellas gachas blancas dentro de la celada, las llegó a las narices, y, en oliéndolas, dijo:
—Por vida de mi señora Dulcinea del Toboso, que son requesones los que aquí me has puesto, traidor, bergante y malmirado escudero.
A lo que con gran flema y disimulación respondió Sancho:
Calló Sancho y diole un paño, y dio, con él, gracias a Dios de que su señor no hubiese caído en el caso. Limpiose don Quijote, y quitose la celada por ver qué cosa era la que, a su parecer, le enfriaba la cabeza, y viendo aquellas gachas blancas dentro de la celada, las llegó a las narices, y, en oliéndolas, dijo:
—Por vida de mi señora Dulcinea del Toboso, que son requesones los que aquí me has puesto, traidor, bergante y malmirado escudero.
A lo que con gran flema y disimulación respondió Sancho:
—Si son
requesones, démelos vuesa merced, que yo me los comeré. Pero cómalos el diablo,
que debió de ser el que ahí los puso.
(Parte II, Cap. XVII)
Las gachas manchegas
es un plato español, de la región de La Mancha. En origen era comida de
pastores y gente del campo, consumida sobre todo en los fríos días de invierno.
Este plato se consume popularmente en un corro alrededor del "perol"
o sartén que se ha utilizado para la elaboración, con una cuchara o con un
simple trozo de pan.
Consiste en una especie de papilla que
se elabora con harina de almortas (también llamada de "titos" o "guijas"
y chícharos), panceta de cerdo, ajos, pimentón, aceite y sal.
La harina de almortas (o harina de
titos: lathyrus sativus) no es fácil de conseguir fuera de la región de
Castilla-La Mancha.
Gachas manchegas
Foto y receta de Karlos Arguiñano
Ingredientes
250 gr. de
harina de almortas o de trigo (1 cucharada por persona)
400 gr. de
panceta
400 gr. de
chorizo fresco
Agua
Aceite de oliva
Sal
Pimentón dulce
2 trozos de
guindilla
Perejil
Elaboración
Corta la
panceta en trozos gruesos y fríela en un wok o en una sartén con un chorrito de
aceite. Reserva.
Trocea los
chorizos y fríelos en un wok o en una sartén con un chorrito de aceite.
Reserva.
Añade la harina
al wok, vierte agua poco a poco y remueve hasta que empiece a coger
consistencia. Añade pimentón dulce al gusto, una pizca de sal y la guindilla.
Cocina durante 6-8 minutos hasta que espese. Incorpora la panceta y los
chorizos y sigue cocinando hasta que empiece a hervir.
Sirve las
gachas bien calientes en un plato hondo y espolvorea con una pizca de perejil
picado.
Ingredientes
300
gr. de uvas
350
gr. de pan de hogaza (del día anterior)
100
gr. de panceta
50
gr. de chorizo
1
puerro
1
zanahoria
1
cebolleta
5
dientes de ajo
Agua
Aceite
de oliva
Sal
Perejil
(para decorar)
Elaboración
Para
hacer el caldo, limpia, pela y corta la cebolleta en 4 partes y colócala en un
cazo con agua. Limpia y trocea la zanahoria y el puerro y añádelos. Introduce 2
dientes de ajo sin pelar, sazona y deja hervir durante 15 minutos. Reserva.
Corta
el pan en rebanadas y colócalas en un plato. Con ayuda de un cacito, riega el
pan con el caldo, tápalo con un paño limpio y deja que repose.
Pela
y pica los otros 3 dientes de ajo y dóralos en una sartén con un chorrito de
aceite. Pica la panceta y el chorizo, añádelos y rehoga bien. Escurre con una
espumadera y reserva en un plato. Desgrasa el aceite de la sartén, desmenuza el
pan con las manos sobre el aceite caliente y deja sofreír durante 15 minutos
sin dejar de remover. Añade la panceta y el chorizo y mezcla bien. Termina de
cocinar a fuego fuerte para crear una costra por debajo. Reserva.
Lava
las uvas, retira los rabitos y saltéalas en una sartén con un chorrito de
aceite. Sirve las migas y coloca encima las uvas. Decora con una ramita de
perejil.
Las migas, migas ruleras o migas de pastor son un
plato típico de pastores con el que se aprovechan las sobras de pan duro. Son
habituales en la zona de la Mancha. Se elaboran con pan muy duro puesto en
remojo bastante tiempo, dos o más horas, ajos, aceite de oliva, longaniza,
tocino y otros ingredientes de cerdo. En el aceite donde se han frito los ajos
y los "tropezones" se echa la masa de pan remojado y escurrido, y a
fuego lento se le va dando vueltas con la rasera hasta que quedan hechas (bien
desmigadas) y "melosas". Se llaman ruleras porque una vez hechas
ruedan por una superficie no muy inclinada, otros dicen que debido a la
cantidad de vueltas que hay que darle. El truco es cocinarlas a fuego lento,
tener mucha paciencia y darles muchas vueltas. Es común comerlas con alguna
fruta como uva, granada o melón.
Puches
Migas dulces o migas de niño
Migas dulces o migas de niño
Son un dulce
típico de la cocina castellanomanchega. Se denominan así por ser una
preparación de migas considerada alimento infantil. En la actualidad es un
postre dulce que se suele servir el 31 de octubre en la cena del día de Todos
Los Santos.
Se suele emplear
de forma tradicional en su elaboración la harina de almorta y las migas del pan
(denominadas "tostones"). Se tuestan previamente unos anisetes que
aromatizan las migas. En el mismo aceite se tuesta también la harina y se le
añade leche sin que se formen grumos. Se sirve en cazuela de barro y decorada
con unos picatostes.
Receta de Javier
Berrio
Ingredientes
Anisetes
Leche
Harina de trigo
tostada
Azúcar
Pan
Canela
Aceite
Elaboración
Poner aceite a
calentar en una sartén grande (lo ideal es un wok bien grande). Frotar los
anisetes y, cuando el aceite esté bien caliente, a la sartén. Damos unas
vueltecitas a los anísetes y retiramos la sartén del fuego. Añadimos la harina
tostada, azúcar y removemos. Damos vueltas para que se mezcle todo bien.
Añadimos leche poco a poco, para evitar la formación de grumos y vamos
removiendo. El proceso es exactamente idéntico al de hacer la masa de
croquetas. A partir de aquí, ir añadiendo leche y azúcar al gusto, removiendo
sin parar. Cuando veamos que la masa está a nuestro gusto, dejamos a fuego
lento para que engorde la harina. Cuando veais que la masa está espesita, la
retiramos del fuego y la reservamos.
Los picatostes:
cogemos pan, a ser posible, duro y lo cortamos a daditos, lo freimos y lo
retiramos.
Para cada una de
las raciones cogemos un bol pequeñito, el típico de natilla. Lo llenamos con la
masa, colocamos unos picatostes por encima y espolvoreamos azúcar y canela al
gusto.
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